Los viajeros suelen describir su primera visión de la pirámide de Khufu como algo que "les cambia la vida". Las fotos no hacen justicia a su inmensidad, y tocar las antiguas piedras es un momento emotivo para muchos. Incluso los visitantes habituales dicen que cada viaje es nuevo.
Lo que hace que la experiencia destaque:
- Interior de la Gran Pirámide: Con una entrada adicional, puedes subir por pasadizos empinados hasta la Cámara del Rey. Los participantes señalan que es calurosa, estrecha y vacía, pero inolvidable para los entusiastas de las pirámides.
- Miradores panorámicos: El complejo ofrece ángulos inmejorables de las tres pirámides juntas, especialmente mágicos al amanecer o al atardecer.
- Paseos en camello y fotos: Turístico pero divertido, sobre todo para las familias. Los viajeros recomiendan fijar un precio claro antes de subirse.
- Espectáculo de luz y sonido: El espectáculo nocturno de proyecciones y narraciones añade dramatismo al lugar al anochecer.
- Cafés locales: En las azoteas cercanas hay varios locales que sirven comida egipcia con vistas de postal a las pirámides.